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La actividad humana representa el mayor peligro para las dos especies de tortugas marinas en peligro de extinción. La atención se centra más en el daño que le hacemos a las tortugas y sus hábitats y en los esfuerzos para revertirlo. Pero una mayor interacción con las tortugas marinas significa algunos riesgos, aunque mínimos, que las personas deben tener en cuenta cuando se encuentran con una en la naturaleza, o en un plato.
Cuidado con la picadura
Las tortugas marinas muerden. Tienen picos afilados y mandíbulas extremadamente fuertes. Es raro que muerda una tortuga marina, pero puede doler. Podría causar lesiones graves, romper la piel e incluso romper huesos. Las tortugas laúd pueden alcanzar los 900 kg, pero incluso una tortuga más pequeña tendrá mandíbulas poderosas que deben evitarse.
Tortugas tóxicas
Las tortugas marinas absorben las toxinas y la contaminación que se acumulan en sus cuerpos con el tiempo. Este es un riesgo creado por el hombre, pero es un argumento convincente para evitar el consumo de carne de tortuga marina. Las tortugas absorben todo tipo de contaminantes marinos, desde basura hasta pesticidas y metales tóxicos, como cadmio y mercurio. Estas toxinas son dañinas tanto para las tortugas como para quienes las consumen. Esta es otra razón para preservar las tortugas marinas y sirve como recordatorio de que los desechos humanos están contaminando los océanos de toda la vida marina.
Las tortugas marinas pueden enfermarte
Las tortugas marinas casi invariablemente son portadoras de salmonella. Casi todas las tortugas, marinas o terrestres, son portadoras de la bacteria Salmonella, que no parece afectarlas, pero puede causar enfermedades graves e incluso la muerte en humanos. Tenga cuidado de lavarse las manos después de tocar una tortuga marina. Además, los polluelos han dado positivo por tuberculosis y hay varios parásitos peligrosos que se han encontrado en tortugas marinas varadas.
Riesgos de rescate
Los rescatistas que trabajaron en el Golfo de México después del derrame de petróleo informaron reacciones en la piel y quemaduras por contacto con el petróleo y los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos advirtieron a todos, no solo a las personas en riesgo, que eviten respirar vapores o contacto con contaminantes. Por lo tanto, rescatar a las tortugas marinas de un derrame de petróleo trae la posibilidad de contacto directo con sustancias cancerígenas y cáusticas. En otros rescates, donde pescadores y marineros encuentran tortugas marinas heridas, se debe seguir un protocolo estricto para retirar los anzuelos y devolver la tortuga ilesa al océano. Debido a su tamaño y peso, es importante trabajar con cuidado para minimizar daños adicionales y evitar ser aplastado o herido por una tortuga marina.
