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La menta deja un agradable sabor de boca, además de darle sabor a la comida. Este ingrediente es muy popular en varias cocinas, como en el Medio Oriente y Vietnam, y es valorado por sus propiedades curativas. Las hojas de menta dejan un aliento fresco, calman el estómago y reducen la inflamación. No son tan eficientes como el aceite de menta concentrado, pero tienen los mismos beneficios para la salud.
Sabor
La menta tiene un sabor refrescante que se valora en muchas cocinas. Usado fresco, es un ingrediente común en muchos alimentos y bebidas de Oriente Medio, incluido el tabulé y el té de menta. Los vietnamitas también incluyen hojas de menta en ensaladas y enrolladas con otros alimentos en hojas de arroz. Triturados, dan un sabor refrescante a dos bebidas populares: el julepe de menta y el mojito.
Aliento refrescante
La menta es un ingrediente común en la pasta de dientes y los enjuagues bucales. Masticar sus hojas también tiene efectos refrescantes y los químicos naturales ayudan a matar las bacterias que causan el mal aliento.
Digestión
Las hojas de menta y el té elaborado con ella calman el estómago y reducen los gases, relajando los músculos del tracto digestivo. También ayuda a aliviar las náuseas, malestar y diarrea.
Nutrición
La menta contiene nutrientes saludables como vitamina C, vitamina A y manganeso. La vitamina C ayuda a reducir los niveles de radicales libres dañinos en el cuerpo, la vitamina A es un antioxidante y ayuda a prevenir el cáncer y el manganeso es importante para el metabolismo de las grasas y las proteínas. Al igual que otras verduras de hoja, la menta es una fuente de ácidos grasos omega 3.
Antiinflamatorio
La menta reduce la inflamación y la congestión. Masticar hojas enteras libera mentol en cantidades que facilitan la respiración. También ayuda a aliviar los dolores de cabeza.