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La monarquía fue una vez la forma de gobierno más común en Europa. Lo que todos los monarcas tenían en común era una familia real que heredaba poderes ceremoniales. Algunos monarcas todavía tienen poderes legislativos. Aunque la monarquía absolutista fue una vez un modelo dominante en Europa, en los tiempos modernos se han desarrollado otras formas. La mayoría de los eruditos políticos clasifican las monarquías en tres tipos.
Monarquía absolutista
En la monarquía absolutista, el rey o la reina es tanto el jefe del estado como el jefe del gobierno. Los deberes del jefe de estado incluyen representar al país ante los extranjeros; el monarca recibe formalmente a los diplomáticos, por ejemplo. Cuando un monarca absolutista es jefe de gobierno, significa que el rey o la reina tienen plena autoridad y no están sujetos a ninguna constitución. En este sistema, la persona acepta que el monarca está oficialmente por encima de la ley, ya que la ley misma emana de la autoridad de la corona. Un buen ejemplo de monarca absolutista en la historia es Luis XIV.
Esta forma de monarquía es relativamente rara en el mundo moderno, pero todavía existe en Arabia Saudita, donde el rey Abdullah ejerce un poder ilimitado sobre su pueblo.
Monarquía constitucional
En una monarquía constitucional, el rey o la reina gobierna de acuerdo con una constitución, que es un plan de gobierno escrito. La constitución dice que los poderes legislativos que puede ejercer el monarca y el rey o la reina deben respetar esos límites. Los monarcas constitucionales generalmente reinan en cooperación con un parlamento electo, lo que significa que esta forma de monarquía existe junto con la democracia.
España es un ejemplo de monarquía constitucional. Según la constitución adoptada en 1978, el monarca es el jefe de estado y ejerce su poder específico sobre el gobierno. Uno de estos poderes es el papel de comandante en jefe.
Monarquía parlamentaria
Una forma especial de monarquía constitucional es la monarquía parlamentaria. Este es un sistema en el que la constitución limita al monarca y prácticamente no le otorga ningún poder real en el gobierno. Un ejemplo de monarquía parlamentaria es el Reino Unido. La reina Isabel es jefa de estado, pero no tiene ningún papel en la elaboración o el cumplimiento de las leyes de su reino. Sus deberes ceremoniales incluyen participar en la apertura del parlamento estatal cada año, pero no tiene poder oficial para influir en el parlamento.
Tendencias de la monarquía
Durante los últimos 500 años, la tendencia dominante en muchas partes del mundo ha sido alejarse de la monarquía. Las naciones europeas cambiaron a monarquías constitucionales o parlamentarias durante ese tiempo y algunas, como Francia, fueron más allá y abolieron la monarquía por completo. La mayoría de los países del Nuevo Mundo renunciaron a tener un monarca cuando se independizaron del poder colonial europeo. Algunos historiadores predicen que estas tendencias se extenderán a áreas que aún tienen una monarquía absolutista, pero otros piensan que la expansión de la democracia no es una constante universal.