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Una bujía es un dispositivo eléctrico que proporciona, como su nombre indica, las chispas necesarias para encender la gasolina de un motor, que a su vez alimenta el vehículo. Sin embargo, aunque las velas generalmente están diseñadas para mantenerse secas para que puedan seguir produciendo chispas de manera constante, se pueden remojar en gasolina. El culpable de las velas empapadas es un motor ahogado.
Motor ahogado
Un motor ahogado es, la mayoría de las veces, causado por el conductor por una activación excesiva del acelerador antes de encender el motor. Como resultado, mucha gasolina ingresa al carburador del automóvil sin que se encienda ni se queme. Luego, cuando la bujía ingresa al carburador para proporcionar la chispa que encenderá la mezcla de aire y combustible, puede sumergirse en el nivel excesivamente alto de gasolina.
El problema
Si una bujía recibe gasolina, el problema importante es que la humedad creada por la gasolina hace imposible que la bujía genere chispas. Como resultado, la próxima vez que la bujía ingrese al carburador para encender el combustible, no se producirá ninguna chispa, por lo que no hay forma de encenderla. La mezcla de aire y combustible simplemente permanecerá como está y la falta de encendido privará al automóvil de cualquier energía para conducirlo.
La reparación
La reparación de una bujía empapada en gasolina depende de la gravedad del problema. Si la vela solo se ha empapado en una pequeña cantidad de gasolina, es posible que deje el automóvil solo durante un período de tiempo, permitiendo que la gasolina se evapore de la vela y se seque sola. Luego, la bujía debe poder generar chispas nuevamente, volviendo al estado de funcionamiento normal. Sin embargo, la inmersión prolongada de una bujía puede requerir una reparación más extensa. Limpiar la vela empapada con un paño seco y luego dejarla al aire libre para que se seque podría solucionar el problema. En circunstancias extremas, es posible que sea necesario reemplazar la vela.