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Después de raspar una superficie de hormigón, es importante no permitir que se moje, para que pueda secarse y ganar fuerza. Si el concreto no está completamente seco y la lluvia está en camino, inmediatamente tome medidas para protegerlo, hasta que la lluvia disminuya. El hormigón desprotegido puede desarrollar depresiones y ondulaciones de gotas de lluvia y, además, las fuertes lluvias pueden deteriorar la composición del hormigón. Se puede lograr una protección adecuada con materiales de trabajo estándar.
Instrucciones
Paso 1
Estirar la lámina o arena de polietileno sobre toda el área de hormigón húmedo, extendiéndose entre 15 cm y 30 cm más allá de los bordes, para evitar que las salpicaduras de lluvia entren en contacto con ella. Asegúrese de que ninguna parte del hormigón quede expuesta.
Paso 2
Coloca tablones de madera o ladrillos alrededor del perímetro del plástico (lámina de polietileno) o de la basura, para evitar que vuele debido a los fuertes vientos que pueden ocurrir con la lluvia.
Paso 3
Espere hasta que haya pasado la lluvia y retire la cubierta de concreto inmediatamente para permitir que el concreto continúe con el proceso de secado.
Paso 4
Examine la superficie de hormigón para ver si, a pesar de las precauciones, se ha acumulado agua de lluvia sobre ella. Si es así, retírelo con una escoba, tocando las cerdas solo superficialmente con el concreto. Deje que toda el agua se evapore completamente de la superficie antes de continuar con el proceso de instalación o continuar con el trabajo de construcción.