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La medicina preventiva tiene como objetivo prevenir las enfermedades existentes en la población, en lugar de buscar una cura total. Los métodos utilizados para prevenir enfermedades se clasifican en tres categorías: prevención primaria, secundaria y terciaria. Cada categoría de medicina preventiva intenta evitar que la enfermedad perjudique a una persona o población, detectándola rápidamente para prevenir su progresión o síntomas, o intenta limitar el impacto de una enfermedad ya diagnosticada y definida en el paciente en tratamiento.
Prevención primaria
La prevención primaria de enfermedades generalmente está dirigida a la población en su conjunto y se considera la atención médica preventiva más rentable disponible, según Fitzgerald Health Education Associates. Las vacunas son probablemente el mejor ejemplo de prevención primaria, mientras que la educación sanitaria, como la promoción del uso de condones para prevenir el VIH, también representa una gran parte de los esfuerzos de prevención primaria. La pasteurización de la leche para evitar posibles enfermedades de infección bacteriana se considera medicina preventiva primaria. El objetivo principal de la prevención primaria de enfermedades es evitar el sufrimiento, los gastos y la sobrecarga por completo interviniendo antes de la aparición de cualquier enfermedad, según la Enciclopedia de Salud Pública.
Prevención secundaria
La prevención de enfermedades secundarias está dirigida a quienes tienen factores de riesgo de una enfermedad, pero aún no tienen un diagnóstico o síntomas. El objetivo es identificar y, si es necesario, tratar a estas personas e identificar la enfermedad lo antes posible, para posiblemente prevenir el avance de la enfermedad y los síntomas. Las pruebas de detección son un excelente ejemplo de prevención secundaria. Al diagnosticar enfermedades rápidamente, especialmente en el caso de algunos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas, la progresión de la enfermedad a menudo se puede modificar a favor del paciente, para minimizar sus efectos.
Prevención terciaria
Cuando la prevención primaria ha fracasado y la secundaria ha hecho todo lo posible por mejorar la situación del paciente, la prevención terciaria se convierte en el medio para combatir la enfermedad. La prevención terciaria es todo lo que se necesita para cuidar al paciente en la lucha contra la enfermedad, según Fitzgerald Health Education Associates. Se intenta minimizar el impacto negativo de la enfermedad, restaurar la función y prevenir complicaciones. Los ejemplos de prevención terciaria incluyen el seguimiento y control de todos los medicamentos recetados, para asegurarse de que el paciente los esté tomando, la terapia para ayudar a restaurar la función en enfermedades debilitantes y cualquier procedimiento médico indicado para tratar o curar la enfermedad.
