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Crea artefactos con esqueletos para preservar los últimos rastros de animales salvajes o una mascota. Compactos y rígidos, los huesos no se degradan rápidamente, pero los métodos adicionales de purificación y conservación pueden mantener la resistencia y blancura de los artefactos. Muéstrelos en casa como decoración de celebración o utilícelos como herramientas de aprendizaje para los niños.
Paso 1
Cepille los huesos con agua caliente y detergente para eliminar cualquier residuo graso. Enjuáguelos y déjelos secar al aire.
Paso 2
Sumerja los huesos en el peróxido de hidrógeno para limpiarlos. El tiempo que necesitan sumergirse depende de la concentración de peróxido y de la blancura de los huesos. El blanqueamiento puede llevar de uno a tres días y las concentraciones más altas se aclaran más rápidamente que las más pequeñas. Además, algunas personas prefieren mantener algo del color blanquecino, mientras que otras prefieren huesos completamente blancos. Como alternativa a la inmersión, se pueden pintar soluciones de peróxido altamente concentradas, como al 35%. Deje que los huesos se sequen antes de continuar.
Paso 3
Existen varios métodos para reparar las articulaciones de los huesos. Dependen del tamaño del hueso, la naturaleza de la articulación y si desea que sea móvil o fija. Las opciones de estabilización incluyen hacer agujeros piloto en las juntas, asegurarlas con tornillos y pegarlas con pegamento caliente. Para juntas móviles, taladre pequeños orificios en las juntas y enrósquelas para asegurarlas. En juntas grandes puede ser necesario utilizar dos alambres.
Paso 4
Rocíe el esqueleto con tres o cuatro capas de barniz de poliuretano transparente para proteger y brillar. Al aplicar el barniz, aplique solo capas finas y mantenga la boquilla de pulverización a 25 cm de los huesos para evitar goteos. Deje que una capa se seque antes de aplicar sobre otra.