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Quitar baldosas del piso es un trabajo en sí mismo, pero quitar los residuos de pegamento suele ser más difícil. El adhesivo está hecho para ser muy fuerte y resistente, lo que dificulta su remoción del piso. La mayoría de los adhesivos se vuelven duros como la piedra y pueden parecer imposibles de quitar; sin embargo, esta tarea es esencial si desea colocar más pisos. Arrancar el adhesivo para baldosas requiere tiempo y esfuerzo, pero es posible mejorar la apariencia de su piso.
Paso 1
Raspe el suelo o la pared con un raspador con una hoja de afeitar de 15 cm. El raspador a veces es eficaz cuando solo se cubren partes de la superficie con adhesivo. Colocar el raspador junto al área donde comienza el adhesivo a menudo le permite comenzar desde la parte inferior y quitarlo.
Paso 2
Aplique removedor de adhesivo a cualquier adhesivo restante. Muchos removedores de adhesivo se aplican al adhesivo con brochas, rodillos o un paño húmedo. Lea las instrucciones en la etiqueta del producto para obtener mejores resultados. El removedor de adhesivo está estrechamente relacionado con el decapante y es fuerte y cáustico. Use guantes, pantalones, botas, una camisa de manga larga y una máscara cuando trabaje con el producto.
Paso 3
Deje que el removedor empape el adhesivo durante el tiempo recomendado. El producto empapará el adhesivo y lo ablandará en un estado pastoso o líquido.
Paso 4
Quite el pegamento ablandado con un raspador de mano, que debería ser bastante fácil de quitar. Es probable que haya intentado quitarse el parche demasiado pronto si aún es muy difícil de quitar. Remoje o aplique un poco más si las instrucciones recomiendan hacerlo antes de intentar quitarlo nuevamente.
Paso 5
Lave el adhesivo restante con un limpiador multipropósito o para pisos. La mayoría de los productos de limpieza se diluyen o se aplican directamente sobre la superficie con un trapeador o una esponja y luego se lavan con agua. Deje que la superficie se seque por completo antes de intentar establecer un nuevo material de piso.