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Aunque la puntuación de un poema puede asumir cualquier deseo del autor, existen algunas pautas que pueden ayudar a quienes se sientan inseguros. Hay seis formas básicas de puntuación que se utilizan en los poemas: punto, punto y coma, coma, signo de interrogación, signo de exclamación y guión. Con cada forma diferente de puntuación llega una señal diferente al lector; Ser consciente de estos signos que tienes como autor es la clave para imprimir el tono deseado y darle movimiento al poema en general.
Paso 1
Aplique una puntada para tomar un descanso completo. En términos poéticos, un punto situado al final de una línea se denomina punto final. Una línea final requiere una pausa definida al recitar el poema, un momento para respirar profundamente antes de pasar a la siguiente línea. Un punto es la pausa más completa permitida en un poema; si se usa en el medio de la línea, crea una división o una pausa extendida.
Paso 2
Haga una pausa extendida, pero no completa, con una coma. Este puntaje vincula dos ideas compartidas; en poesía, un punto y coma significa que el lector debe hacer una pausa, pero no completar un suspiro, ya que la siguiente línea estará directamente relacionada con la que acaba de leer. La división también se puede crear con una coma.
Paso 3
Tómate un breve descanso del dinamismo del poema con una coma. Son la forma más débil de puntuación, ya que una coma no es lo suficientemente fuerte para estructurar una oración completa.
Paso 4
Utilice un signo de interrogación o un signo de exclamación para agregar énfasis. En poesía, estos son algunos de los puntos menos utilizados, lo que significa que solo deben usarse en ocasiones especiales.
Paso 5
Inserte un guión cuando necesite un descanso que requiera más énfasis que una coma, pero no un punto.