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Las herramientas de piedra han evolucionado mucho desde las primeras, utilizadas para cortar cadáveres en África, hace 2,5 millones de años. Aunque los métodos han evolucionado con el hombre, volviéndose cada vez más sofisticados, una cosa rara vez ha cambiado: el material. Los nativos americanos utilizaron piedras astilladas, como obsidiana, cuarzo y pedernal, para hacer las puntas de flecha utilizadas para la caza y la pesca hasta hace unos 200 años. Hoy en día todavía están hechos para aficionados salvajes artesanales y ocasionales. Las piedras utilizadas por nuestros antepasados siguen siendo útiles en los tiempos modernos: de hecho, una punta de obsidiana es tan afilada que los cirujanos la utilizan ocasionalmente, en lugar de bisturís fabricados con acero.
Paso 1
Decide qué forma te gustaría que tuviera la punta de flecha. Hay aproximadamente diez tipos diferentes, pero se refieren a las tres formas principales: con tallo, sin tallo y con muescas. Puede elegir un tipo según lo que desee de la flecha; por ejemplo, si está haciendo la punta de una lanza, será más fácil colocar una varilla o una punta con muescas.
Paso 2
Busque o compre pedernal, cuarzo u obsidiana. Tradicionalmente, las puntas tendrán entre 35 mm y 100 mm de largo y están hechas de una astilla de una pieza principal de roca, así que elija un "núcleo" de pedernal, cuarzo u obsidiana de más de 100 mm².Todas las rocas mencionadas son fáciles de encontrar en muchas partes del mundo y se han utilizado para fabricar herramientas desde la edad de piedra. La obsidiana es una piedra volcánica, hecha de lava endurecida, por lo que se puede encontrar en volcanes antiguos o activos. El pedernal y el cuarzo son fáciles de encontrar en el medio oeste de América del Norte, con especial abundancia en Illinois. Si está interesado en una roca no natural específica en su área, busque en eskimo.com, que tiene una lista de fuentes de rocas (ver Referencias).
Paso 3
Coloque la piedra sobre una roca más dura o sobre una superficie de madera recta. Apoya la piedra en la superficie y golpéala con una herramienta de piedra o un martillo. Las piezas se astillarán y, cuando encuentre una del tamaño y grosor deseados, úsela para hacer la punta de flecha. Nuevamente, las puntas miden entre 35 mm y 100 mm de largo en promedio y de 8 mm a 20 mm de ancho. En cuanto al grosor, elija la viruta más delgada posible, ya que forman las flechas más ligeras e históricamente precisas.
Paso 4
Utilice la herramienta de piedra o un martillo para formar con cuidado la punta de flecha en una forma triangular rudimentaria. Apoyar la pieza sobre una superficie plana, respetando la dirección en la que se astilla la piedra, para evitar que se rompa con demasiada facilidad.
Paso 5
Continúe martillando con cuidado cerca de la punta. Haz una forma más uniforme cortando los extremos desiguales. Al quitar estas astillas más pequeñas una por una, crea un borde más hecho a mano y será más afilado. Intenta crear una punta muy fina y afilada a lo largo de toda la pieza. En arqueología, las puntas de flecha se denominan "puntas de proyectil". Se eligió este nombre porque las herramientas eran afiladas, como un "punto".