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Pulir piedras requiere un trabajo regular para transformar piedras antiestéticas en rocas simétricas y brillantes. Esto es más complicado cuando la roca en cuestión es rígida. La dureza de las piedras dificulta el proceso de lijado y abrasión de la superficie de las capas inferiores. Debes tener paciencia en estos casos. Puede llevar más de un mes pulir un cuenco de piedras duras. Sin embargo, su paciencia se verá recompensada con piedras hermosas y refinadas.
Paso 1
Llene el barril de pulido de piedra hasta 2/3 o 3/4 del volumen con piedras sin pulir. Agregue 4 cucharadas de abrillantador grueso y agregue agua para cubrir las piedras. Cierre el cañón y colóquelo en la máquina. Encienda la pulidora constantemente durante 7 días. Después de eso, retire las piedras y deseche el agua y el abrasivo. Enjuague las piedras y el barril. Deseche las piedras pequeñas o rotas.
Paso 2
Vuelva a colocar las piedras en el barril de pulido. Agrega 4 cucharadas de abrasivo medio y suficiente agua para cubrir las piedras. Cierre el cañón. Encienda la máquina y déjela funcionar durante 7 días. Retire las piedras y deseche cualquier otro contenido. Enjuague las piedras y el barril.
Paso 3
Coloque las piedras en el barril. Agregue suficientes bolas de plástico para llenar el barril 2/3 de su capacidad, más 3 cucharadas de preparación de pulido abrasiva y suficiente agua para llegar a la parte superior de las rocas. Deje que la máquina funcione durante 10 días y luego retire las rocas y deseche el contenido restante. Enjuague las piedras y el barril.
Paso 4
Coloque las piedras en el barril. Agregue 2 cucharadas de abrasivo para pulir. Usa el cuchillo para quitar 1/2 cucharada de hojuelas de una barra de jabón de marfil. Agrega los copos y suficiente agua para cubrir las piedras. Deje que la máquina funcione durante 2 semanas. Retire las piedras y enjuáguelas para revelar hermosas piedras pulidas.