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La tuberculosis (TB) es una bacteria que se divide lentamente y, por lo tanto, puede quedar inactiva por años antes de que la enfermedad aparezca realmente. Es fácil de tratar cuando se detecta temprano y requiere una adherencia cuidadosa al régimen médico.
Los síntomas de la tuberculosis son parecidos a los de la gripe común (Thinkstock / Comstock / Getty Images)
infección
La infección por TB puede ser causada por la respiración de partículas expelidas en el aire a través de pacientes con la infección activa que no están siendo tratados. Los pacientes con la enfermedad inactiva y los que están haciendo tratamiento no pueden separarla.
incubación
La extensión del período de incubación varía, dependiendo de varios factores de riesgo individuales. Dentro de seis semanas después de ser expuesta, una persona infectada desarrolla una infección primaria en los pulmones, que puede ser asintomática. La enfermedad entonces entra en una fase inactiva que puede durar semanas o años.
Factores de riesgo
Las personas con sistemas inmunes sanos pueden mantenerse infectados por años sin desarrollar la enfermedad. Aquellos con sistema inmune comprometido debido al SIDA u otras condiciones (malnutrición, por ejemplo), los más viejos y los muy jóvenes pueden desarrollar una infección activa antes de eso. En estos casos, el cuerpo puede no conseguir contener la TB a los pulmones, y puede terminar afectando los huesos y las articulaciones, los órganos internos y, incluso, los ojos y la piel.
síntomas
Los síntomas de la tuberculosis comienzan típicamente con una tos crónica con moco que dura más de tres semanas. Fiebre, cansancio, pérdida de apetito (con frecuencia, resultando en pérdida de peso), sudor, malestar y falta de aire también pueden ocurrir. Como los síntomas de esta enfermedad son bastante similares a los de los resfriados o las gripes, sólo un médico puede hacer un diagnóstico positivo.
Pruebas y Tratamiento
Una simple prueba de piel puede confirmar la presencia de la bacteria que causa la tuberculosis. Los rayos-x del pecho pueden confirmar infecciones activas, aunque sólo una cultura (que tarda de cuatro a doce semanas) puede proporcionar un diagnóstico definitivo. El tratamiento típico es hacer uso de antibiótico prescrito por el médico todos los días, durante seis meses.