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Las ventosas se utilizan a menudo para unir jabones y champús a las paredes de la ducha. Sin embargo, si no están debidamente asegurados, eventualmente pueden soltarse y caer. Afortunadamente, existe una manera de hacer que las ventosas se adhieran a las paredes, se atasquen y ayuden a mantener los artículos del baño en su lugar.
Paso 1
Limpiar las paredes con un limpiador de ducha o un producto universal. Las ventosas necesitan un área suave para adherirse y no se adhieren a lugares sucios, con suciedad o jabón. Enjuague y seque el área con una toalla limpia.
Paso 2
Retire la espuma y el aceite de jabón de las paredes de la ducha con alcohol en gel. Aplique el producto en un área pequeña y discreta, para asegurarse de que no decolore el azulejo. Deja que el alcohol se seque.
Paso 3
Coloque una pequeña cantidad de vaselina alrededor de los bordes internos de cada ventosa, cerca del borde exterior. Esto formará un sellador para las ventosas y evitará que entre aire por debajo.
Paso 4
Presione la ventosa contra la pared hasta que se adhiera. Asegúrese de que esté seguro. Continúe pegando las ventosas restantes a la pared de la ducha de la misma manera.