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El tracto digestivo de los humanos y otros animales contiene muchos tipos de bacterias que ayudan a la digestión, pero algunos de estos organismos pueden causar infecciones en los humanos. Para determinar si una persona tiene una infección bacteriana, los médicos piden que se tomen muestras de heces y luego se sometan a condiciones que permitan que las bacterias crezcan. Si aparecen bacterias en el cultivo, el responsable del análisis observa la muestra a través de un microscopio y realiza pruebas químicas para identificar su tipo. Las infecciones bacterianas intestinales más comunes en los seres humanos son la salmonella, Shigella, Campylobacter y una cepa específica de Escherichia coli (E. coli).
Salmonela
La salmonela (una bacteria que se encuentra comúnmente en los intestinos de aves, reptiles y algunos mamíferos) causa una infección diarreica en los humanos llamada salmonelosis. Por lo general, se transmite a las personas que manipulan o comen carne poco cocida u otros alimentos contaminados, así como a quienes se ocupan de los desechos de animales infectados. Las infecciones por Salmonella provocan síntomas como diarrea, calambres abdominales y fiebre. La salmonelosis puede causar enfermedades graves en niños, ancianos o personas con sistemas inmunológicos debilitados. La mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento médico. Si alguien tiene salmonella, debe beber líquidos para mantener su cuerpo hidratado.
E. Coli (cepa O157)
E. coli, un grupo diverso de bacterias, generalmente es inofensivo. De hecho, suele estar presente en los intestinos humanos. Sin embargo, algunas cepas de estas bacterias producen venenos o toxinas que pueden dañar los intestinos, los riñones y la sangre. E. coli O157 produce una toxina, llamada Shiga, que causa la enfermedad diarreica. Los síntomas de una infección por E. coli incluyen malestar estomacal, diarrea con sangre, vómitos y deshidratación. Aunque algunas infecciones son leves, otras pueden ser graves o potencialmente mortales, especialmente para los niños pequeños y los ancianos. El mejor tratamiento es mantenerse hidratado mientras la enfermedad sigue su curso.
Shigella
Shigella causa una infección en el tracto digestivo llamada Shigelosis, que generalmente se transmite a los humanos al comer alimentos o bebidas contaminados. Produce toxinas que atacan el revestimiento del intestino grueso, provocando hinchazón de la pared intestinal, úlceras y diarrea con sangre. Los síntomas incluyen calambres abdominales, diarrea intensa, vómitos, evacuaciones intestinales dolorosas, fiebre alta y pérdida del apetito. La shigelosis ocurre con más frecuencia en niños pequeños. Los médicos recetan antibióticos como ampicilina para tratar esta enfermedad. La hidratación también es una parte importante del tratamiento.
Campylobacter
La bacteria Campylobacter, que causa diarrea, es la segunda causa más común de enfermedades transmitidas por los alimentos, según el Departamento de Agricultura de EE. UU. Se encuentran en los intestinos de muchos animales domésticos y salvajes y pueden transmitirse a través de sus heces. Las personas contraen infecciones por Campylobacter por consumir carne contaminada (especialmente pollo), agua o leche no pasteurizada. Los síntomas incluyen diarrea, calambres abdominales y fiebre. El tratamiento consiste en beber líquidos para combatir la deshidratación. Aunque esta infección generalmente desaparece por sí sola, los casos graves pueden requerir tratamiento con antibióticos. Las personas pueden prevenir las infecciones por Campylobacter cocinando bien la carne y bebiendo agua purificada y leche pasteurizada.
