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Para los niños, no hay nada más divertido que coger un juego de pinturas y crear todo tipo de escenas en papel o en un trozo de madera. El problema es que no saben dónde están dejando caer la pintura. Termina esparcido por toda tu ropa, tu cabello y posiblemente tus muebles. Y dado que la mayoría de las pinturas no son lavables, limpiarlas puede terminar siendo una pesadilla. Pero no es necesario que sea así. Haz tu propia pintura lavable.
Paso 1
Mezcle 1 taza de harina para todo uso con 4 tazas de agua. Pon la mezcla en una sartén y colócala en el fuego.
Paso 2
Enciende la estufa a fuego lento y revuelve la mezcla hasta que el líquido sea transparente. También se volverá un poco más espesa. Retirar la sartén del fuego y dejar enfriar.
Paso 3
Coloque 2 cucharadas de glicerina y 1 cucharada de bórax en la sartén. Agitar bien.
Paso 4
Vierta su mezcla en pequeños frascos de comida para bebés. Necesitará muchos de ellos, pero esta mezcla durará mucho tiempo. Cada maceta será de un color.
Paso 5
Coloque 20 gotas de colorante para alimentos en cada recipiente. También puedes mezclar colores para hacer otros nuevos. Por ejemplo, haz diferentes tonos de naranja agregando más rojo y menos amarillo o viceversa.
Paso 6
Revuelva la mezcla con palitos de helado. Cada frasco debe tener su propio palillo de dientes, de modo que pueda evitar que la pintura de un recipiente se mezcle con la de otro. Cierre los frascos y colóquelos en lugares frescos y oscuros hasta que se usen.