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El sulfato de cobre es una sustancia química que se utiliza para controlar enfermedades fúngicas y bacterianas en las plantas. También se utiliza en sistemas de riego y tratamiento de agua municipal. Funciona como un molusquicida, una sustancia que repele y mata babosas y caracoles. El sulfato de cobre es tóxico para los seres humanos y los animales si se ingiere. Los seres humanos desarrollarán síntomas si el producto entra en contacto con la piel o los ojos o si se inhala.
Toxicidad para los humanos
El sulfato de cobre es un fuerte irritante. Los seres humanos muestran reacciones tóxicas al producto generalmente a través del contacto con la piel o los ojos y la inhalación de su polvo. Una dosis de 11 mg / kg de sulfato de cobre es tóxica si la ingieren los humanos. La ingestión del producto no siempre tendrá un efecto tóxico, ya que el sulfato de cobre induce automáticamente el vómito. Si el sulfato de cobre permanece en el estómago, la persona quedará inconsciente. Los síntomas de la intoxicación por sulfato de cobre incluyen náuseas, diarrea, dolor de cabeza y daño a órganos vitales.
Exposición crónica
La exposición crónica al cobre puede provocar anemia. La solución de sulfato de cobre que se usa en los viñedos puede causar enfermedades hepáticas después de tres a quince años de exposición. Las personas que padecen la enfermedad de Wilson, que causa sensibilidad al cobre, tienen más probabilidades de sufrir los efectos a largo plazo. El crecimiento de las ratas se ralentiza cuando se incluye sulfato de cobre en sus dietas. El polvo del producto en el aire provoca un aumento significativo de la mortalidad en ratas.
Riesgos para el medio ambiente
El sulfato de cobre es soluble en agua y, por lo tanto, debe usarse con precaución cerca de corrientes de agua, lagos y estanques. El producto puede disminuir significativamente la población acuática, incluidos peces, plantas e invertebrados. El uso de sulfato de cobre provoca una disminución del nivel de oxígeno en los lagos. El producto no debe usarse para tratar más de la mitad del lago a la vez. Se recomienda esperar al menos dos semanas entre tratamientos para permitir la recuperación de los niveles de oxígeno en el agua.
Impacto ambiental
El sulfato de cobre es muy tóxico para los peces. El nivel de toxicidad depende del tipo de pescado y del contenido químico del agua. A medida que aumenta la dureza del agua, disminuye el nivel de toxicidad. Los cangrejos, camarones, ostras y mejillones son particularmente vulnerables al producto. La mayor parte de la vida animal en el suelo se elimina con el uso continuo de la solución de sulfato de cobre. Las lombrices de tierra han desaparecido de los huertos usándolo. El sulfato de cobre interrumpe la fotosíntesis y puede matar plantas.