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Añade una suela resistente al calzado para que pueda soportar la presión del uso diario y posibles roturas. Puede probar una variedad de materiales, como cuero, espuma, goma o madera, pero tenga siempre presente la comodidad. Incluso si su pie está protegido de la suela exterior del zapato por una plantilla o suela interior, el material que elija para hacerlo impactará en sus talones y suelas con cada paso que dé.
Paso 1
Coloca tu pie sobre la hoja de papel, cuidando que no sobresalga por los bordes.
Paso 2
Delinea el pie con el lápiz. Trate de mantener el lápiz siempre en posición vertical mientras dibuja, para no distorsionar la forma del pie.
Paso 3
Dibuja la forma de la suela de un zapato alrededor del contorno que hiciste, agregando un borde de 1 cm alrededor del diseño del pie.
Paso 4
Repite este proceso con el otro pie. No use el mismo diseño para ambos pies, ya que pueden tener tamaños ligeramente diferentes.
Paso 5
Corta los moldes de la suela del zapato con unas tijeras.
Paso 6
Coloca el patrón sobre el material que quieras usar para la suela del zapato, como un trozo de goma, y dibuja el contorno con un lápiz o una tiza. Repita para ambos pies.
Paso 7
Corta la suela del zapato del material.
Paso 8
Usa un adhesivo fuerte, como pegamento de zapatero, para sujetar la suela a la suela del zapato. Lee la etiqueta del pegamento para saber cuánto tiempo tarda en secarse y si necesitas aplicar presión sobre el zapato y la suela mientras se secan.