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La distrofia corneal es una enfermedad hereditaria en los perros que puede ocurrir en cualquier momento de sus vidas, pero ocurre con mayor frecuencia entre los 5 y los 11 años de edad. La enfermedad se produce cuando los depósitos de grasa se acumulan dentro de la córnea del ojo. Aunque esta afección puede ser frustrante, no se considera potencialmente mortal y casi todos los perros pueden seguir viviendo una vida normal y saludable.
Efectos
Cuando se produce la distrofia corneal, la capa interna de la córnea funciona mal. Esta capa interna normalmente libera la acumulación y mantiene la córnea limpia y seca. En la distrofia corneal, este mecanismo ya no funciona, lo que resulta en una acumulación de depósitos de colesterol dentro del ojo del perro infectado. Esta afección generalmente ocurre en ambos ojos y los depósitos suelen ser simétricos.
Cambio de color
Uno de los síntomas más comunes de la distrofia corneal es un cambio en el color o apariencia del ojo afectado. Algunos perros desarrollarán una apariencia lechosa en la córnea. Este desarrollo puede variar de un color blanco lechoso a un color casi azul. Este aspecto generalmente se desarrolla en una parte de la córnea antes de que se extienda. Esto se llama distrofia endotelial.
Depósitos
En las primeras etapas, es probable que los depósitos pasen desapercibidos debido a su tamaño. Cuando se producen depósitos, pueden localizarse o extenderse por la córnea. Estos depósitos son acumulaciones de colesterol y pueden variar de color de blanco a gris. Suelen ser ovalados o en forma de anillo y pueden aparecer en uno o ambos ojos.
Ceguera
La mayoría de los perros no desarrollarán un proceso de ceguera completa debido a la distrofia corneal, pero tendrán leves bloqueos visuales debido a los depósitos. Sin embargo, la ceguera depende de muchos factores, incluida la rapidez con la que progresa la enfermedad. Algunas razas de perros, como los huskies, Boston Terriers, Chihuahuas, Airedale terriers y Dachshunds, tienen un mayor riesgo de perder la vista.
Tratamiento
No existe un tratamiento eficaz conocido para la distrofia corneal. Un veterinario puede realizar una cirugía para eliminar los depósitos de colesterol, sin embargo, la afección simplemente puede reaparecer y los depósitos de colesterol volverán poco después de la cirugía. La cirugía también presenta mayores riesgos y aumenta la posibilidad de ceguera.