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La nefritis es la inflamación de uno o ambos riñones. La pielonefritis es una nefritis infecciosa causada por una infección bacteriana del riñón. Esta infección suele ser el resultado de una infección ascendente que proviene del tracto urinario inferior. La pielonefritis, comúnmente conocida como infección renal, ocurre con frecuencia, aunque todavía está mal diagnosticada. Puede presentarse como un solo problema de salud o puede ser secundario a otras infecciones que ocurren simultáneamente. Con una observación cuidadosa y algunas herramientas de diagnóstico, los síntomas de la infección renal se pueden identificar y tratar con éxito.
Signos clínicos agudos
La aparición aguda o repentina de una infección puede provocar fiebre de 39,5 a 40,8 ° C en el ganado, y algunos pueden sufrir pérdida de apetito, dejar de alimentarse y desarrollar anorexia. La producción de leche en vacas lactantes puede disminuir. La dificultad para orinar, la micción frecuente y excesiva o el arqueamiento de la espalda son signos comunes de una infección renal. Si el ganado patea su propio abdomen y camina inquieto, puede tener cólicos, revelando signos asociados con el dolor causado tanto por una infección renal como por una inflamación renal o ureteral. Después de dar a luz, cualquier animal que muestre signos de cólicos puede tener una infección renal.
Signos clínicos crónicos
El ganado bovino con infecciones renales crónicas puede presentar síntomas de manera muy diferente. Durante un período, se produce una pérdida de peso que conduce a la anorexia. El pelo de un animal infectado será informe y rugoso. Si es una vaca lactante, la producción de leche será pobre. Los signos también incluyen un paso excesivo de orina (poliuria) o diarrea. Dificultad para orinar, orina descolorida o anormal y tambaleo son síntomas asociados con la infección. Un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia) también puede ser el resultado de una pielonefritis. El dolor de riñón, comúnmente asociado con infecciones crónicas, puede hacer que se manifiesten síntomas.
Signos subclínicos
Las infecciones renales latentes o subclínicas (indetectables) son mucho más difíciles de diagnosticar. Las vacas con afecciones médicas preexistentes también pueden albergar una infección renal. Como algunos de estos problemas muestran signos más obvios, la nefritis puede estar presente, pero no visible (latente). Durante los primeros meses de lactancia, la vaca puede experimentar varios trastornos por separado o al mismo tiempo, como metritis (inflamación del útero) y mastitis (inflamación de la ubre). Estas afecciones pueden enmascarar los signos de pielonefritis. Las señales físicas externas pueden ser difíciles de detectar durante una evaluación. Pueden ser necesarios exámenes del sistema reproductivo mediante palpación rectal para determinar si hay dolor renal o inflamación.
Diagnóstico
La evaluación de los signos clínicos puede ser útil, pero generalmente debe combinarse con otras formas de diagnóstico. Por ejemplo, la fiebre se presenta en infecciones agudas, pero no siempre en infecciones crónicas. Se pueden utilizar varios métodos para lograr un diagnóstico preciso. La palpación rectal puede detectar el agrandamiento del riñón izquierdo en infecciones unilaterales o bilaterales. Sin embargo, a menos que el riñón derecho esté muy agrandado con una infección crónica, la palpación no será suficiente para el diagnóstico. La palpación vaginal permite descubrir sutiles agrandamientos ureterales que las palpaciones rectales no revelan. Las pruebas de orina son útiles para identificar niveles anormales de glóbulos blancos y rojos, proteínas y bacterias, especialmente en el ganado que no muestra signos clínicos.Además, un urocultivo determinará el organismo infeccioso, ayudando a elegir un antibiótico adecuado.
Tratamiento
El tratamiento de un animal con infección renal se basa en el resultado del cultivo de orina, si se realiza. La identificación del microorganismo causante de la infección, así como su susceptibilidad a los antimicrobianos, dictará el antibiótico que el veterinario debe recetar. El antibiótico elegido debe alcanzar altas concentraciones en la orina y no puede tener un efecto nefrotóxico. Utilice siempre medicamentos aprobados para su uso en ganado. En casos graves, puede ser necesaria una cirugía para extirpar un riñón infectado y muy agrandado. Este tipo de agrandamiento generalmente se detecta mediante palpación rectal. Un diagnóstico temprano y preciso debería garantizar una recuperación completa.