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La alergia a las aves puede ocurrir inmediatamente cuando estos animales entran en contacto, pero en muchos casos, las personas que tienen aves como mascotas o que de alguna manera tienen contacto con ellas, pueden desarrollar alergias con el tiempo. Ciertos tipos de aves tienen más probabilidades de producir reacciones alérgicas en humanos. Aprenda a identificar y tratar este tipo de alergia.
Causas
Plumas, partículas de plumas y la exposición a heces y orina de aves pueden crear reacciones alérgicas, como irritación de la piel, ojos llorosos y problemas respiratorios.
Manipulación de aves de corral
Los dueños de mascotas, criadores de aves, cuidadores de zoológicos y cualquier persona que manipule aves son más susceptibles a las alergias a las aves que la población promedio. Las alergias a las aves son menos comunes que las alergias a los perros y gatos.
Irritación de la piel
El contacto con alérgenos de aves puede causar irritación de la piel, incluidos picazón y enrojecimiento. Los residuos de heces que entran en contacto con la piel pueden provocar síntomas alérgicos. Use guantes para limpiar las heces y lávese las manos después de tocar a su mascota.
Alergias respiratorias
La inhalación de partículas emitidas por las aves (partículas de piel y plumas y otros residuos) puede afectar gravemente al sistema respiratorio, provocando síntomas como sibilancias, congestión nasal y dificultad para respirar. Si tiene estos síntomas y tiene pájaros en casa, consulte a un médico e infórmele de su situación.
Limpieza
A muchas aves criadas como mascotas les gusta bañarse, lo que puede ayudar a reducir las partículas de piel y plumas. Si al pájaro no le gusta bañarse, rocíe un poco de agua para reducir los alérgenos. Limpia la jaula, las perchas y las ollas de comida con frecuencia y usa un purificador de aire donde se queda el ave.