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Las ollas de baño de agua son versátiles y permiten al cocinero crear varios platos que requieren un hervor suave o que requieren que la comida se derrita lentamente. Desafortunadamente, algunos de estos ingredientes pueden desbordarse y hacer que las dos partes de la sartén se peguen si no se observan cuidadosamente. Separar estos recipientes puede ser un trabajo duro, pero con determinación, puede guardarlos.
Paso 1
Deje que la sartén se enfríe por completo, después de todo, no querrá quemarse con el agua hirviendo sobrante del fondo. Dale la vuelta al fregadero y escurre la mayor cantidad de agua posible.
Paso 2
Apunte la boquilla rociadora al espacio entre las bandejas y rocíe el aceite en el interior, revolviendo en direcciones opuestas, si es posible, para tratar de despegar los residuos que están atascados. Si eso no funciona, continúe con el siguiente paso.
Paso 3
Llene el fregadero con agua muy caliente y agregue detergente líquido. Coloca las cacerolas en el agua y déjalas en remojo, girando las cacerolas de vez en cuando en direcciones opuestas debajo del agua para separarlas. Remojar durante la noche.
Paso 4
Vuelva a llenar el fregadero con agua caliente y jabón y exprima las ollas. Deben separarse después de una noche entera de remojo; de lo contrario, continúe con el siguiente paso.
Paso 5
Coloca las cacerolas en el congelador y déjalas congelar. Sácalos del congelador. El metal y el agua restantes dentro de la olla reaccionarán al cambio de temperatura, provocando un ligero cambio de tamaño. Este ligero cambio debería ser suficiente para permitir que el agua caliente pase sobre las cacerolas al girarlas. Si no funciona, continúe con el siguiente paso.
Paso 6
Coloque hielo en la olla superior y lleve ambos a fuego lento. La diferencia de temperatura hará que las dos cacerolas reaccionen, cambiando los tamaños lo suficiente como para que se separen.