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El daño por agua puede ser una pesadilla si el objeto dañado es un libro. Tardan mucho en secarse y cuando eso finalmente sucede se distorsionan, las letras se vuelven borrosas y las páginas pegajosas y arrugadas. Existe una forma eficaz pero que requiere mucho tiempo de minimizar el daño. Si tiene paciencia, el tiempo invertido y el esfuerzo valdrán la pena.
Paso 1
Seca el libro. No se preocupe si el libro está empapado. Colócalo en posición vertical y bien cerrado con la ayuda de dos librerías. Coloca un papel absorbente entre la portada y el texto, otro entre la contraportada y el texto y un último debajo del libro. Cuando haya aspirado el agua, retire los papeles.
Paso 2
Coloque trozos de toalla de papel entre algunas hojas si el libro está solo parcialmente húmedo. Cambie el papel cuando esté demasiado húmedo. Si lo dejas ahí, las páginas del libro estarán arrugadas y enmohecidas. Tenga en cuenta que los cambios frecuentes de papel son más efectivos que colocar muchos pedazos de papel toalla entre las páginas del libro. Retire la toalla de papel cuando el libro esté húmedo.
Paso 3
Coloque su libro húmedo en un lugar fresco y seco para evitar que se forme moho. Las altas temperaturas y la humedad no son relevantes en esta situación. La humedad relativa del aire debe estar por debajo del 50% y la temperatura por debajo de los 21ºC.
Paso 4
Seca el libro por completo. Colóquelo en un lugar fresco y seco con solo un ventilador para garantizar la circulación de aire. El viento no debe quedarse encima del libro. Como se indicó, el único propósito del dispositivo es mantener una buena circulación de aire en el medio ambiente.
Paso 5
Termina el procedimiento. Coloque el libro debajo de un peso ligero para evitar que se arruguen más páginas.