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La menta y la menta verde son hierbas fáciles de cultivar. Se esparcen rápidamente y añaden un aroma a cualquier jardín de hierbas. Se pueden utilizar en la preparación de alimentos, tés, cosméticos y artesanías. Para conservarlas para su uso durante los meses de invierno, seque sus hojas en el horno o deshidratador, o déjelas secar naturalmente.
Paso 1
Corta los tallos 13 cm por encima de la superficie del suelo para mantener la planta sana. Lávalas con agua fría y retira el exceso agitándolas.
Paso 2
Haga pequeñas ramas atando de ocho a doce tallos con una línea. Cuélgalos boca abajo para que se sequen naturalmente.
Paso 3
Si desea utilizar el deshidratador, retire las hojas del tallo y colóquelas en una bandeja de secado. Puede ser necesario revestir la bandeja con una envoltura de plástico antes del proceso. Precaliente el deshidratador a una temperatura entre 35 ° C y 46 ° C, o hasta 52 ° C en condiciones de alta humedad.
Paso 4
También es posible secar la menta en el horno poniéndola a una temperatura muy baja o dejando solo la luz del aparato encendida. Lo ideal es que la temperatura esté entre 32 ° C y 43 ° C. Extienda las hojas sobre una superficie plana y colóquelas en el horno. Revíselos con frecuencia.