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Quitar tornillos de cualquier superficie requiere herramientas específicas y el toque adecuado. Extraer un tornillo atascado en algo metálico puede resultar aún más complicado. Debido a la presión que ejerce el tornillo y al calor creado al atornillarlo, los metales pueden fundirse, a menos que se haya aplicado una cera preventiva antiadherente. No se debe utilizar fuerza bruta para quitar el tornillo. Afortunadamente, hay varios productos disponibles para quitar fácilmente un tornillo atascado.
Paso 1
Limpiar la cabeza del tornillo con lana de acero o papel de lija.Asegúrese de eliminar cualquier suciedad u oxidación que pueda interferir con la inserción del destornillador o que pueda ser la fusión del tornillo con el aluminio.
Paso 2
Según la revista Classic Car Magazine, el primer paso para quitar un tornillo rebelde es lubricarlo. Rocíelo con un spray lubricante, tratando de introducir el fluido en las roscas. Los mejores aerosoles están diseñados para uso profesional, pero existen productos anticorrosión domésticos comunes que se pueden utilizar con éxito. Deje que el spray repose durante uno o dos minutos.
Paso 3
Inserte el destornillador con cuidado, girándolo en sentido antihorario para aflojar el tornillo. Use la menor fuerza posible. Si el tornillo no se mueve, no lo fuerce. Aplique más lubricante alrededor del tornillo y espere otras 24 horas antes de intentarlo.
Paso 4
Si el tornillo permanece atascado, intente aflojarlo con un soplete de propano. Caliente el tornillo con la antorcha durante unos segundos, luego inserte el destornillador e intente quitar el tornillo con cuidado. Para obtener mejores resultados, evite calentar el metal circundante tanto como sea posible.
Paso 5
Como último recurso, es posible que sea necesario perforar un tornillo rebelde. Con una punta de titanio, taladre con cuidado el tornillo hasta que se retire por completo. Lubrique el punto de contacto entre la broca y el tornillo con aceite de motor para aumentar la vida de la broca.
