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Los mostradores de formica proporcionan una superficie atractiva tanto para la cocina como para el baño. Aunque resistentes, las superficies de formica necesitan cuidados y mantenimiento especiales para evitar daños. Manténgalos alejados del calor y las llamas. Utilice productos de limpieza suaves para asegurarse de no rayar. Si aparecen rayones, devuelve el brillo con productos que limpiarán y pulirán la superficie, para hacer que tus encimeras vuelvan a ser atractivas.
Paso 1
Rocíe el limpiacristales sobre fórmica para eliminar los arañazos y las manchas de la superficie.
Paso 2
Limpiar el mostrador con un paño seco para quitar el limpiacristales y pulir la superficie.
Paso 3
Aplique una pequeña cantidad de abrillantador para limpiar laminados con un paño seco.
Paso 4
Pule la fórmica, frotando suavemente las áreas donde veas asperezas, rayones o raspaduras. Continúe puliendo toda la superficie de fórmica para pulir completamente y hacerla uniforme.
Paso 5
Deje que el esmalte se seque durante unos minutos hasta que vea una película ligera en la superficie del mostrador.
Paso 6
Pula la superficie con un paño limpio y seco para quitar el esmalte. La superficie de fórmica debe brillar después del pulido.
Paso 7
Repita el proceso de pulido cuando Formica necesite brillar.