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Por mucho que nos gusten los suaves días de verano, nadie aprecia la cantidad de insectos que los acompañan. Esta aversión la comparten nuestros compañeros animales, que sufren aún más, porque a veces olvidamos que también necesitan repelente. Los caballos tienden a verse más afectados debido a su pelaje fino y al tiempo que pasan al aire libre. Dado que también tienden a tener la piel sensible, un propietario cuidadoso puede tener miedo de usar un repelente químico. Afortunadamente, existen alternativas naturales y caseras que son bastante efectivas.
Paso 1
Corta el limón muy fino y coloca los trozos en el bol. No deseche las rodajas.
Paso 2
Espolvorea el romero seco sobre los trozos de limón en el bol.
Paso 3
Vierta el agua hirviendo sobre los limones y el romero, teniendo cuidado de que ningún chorrito de agua caliente llegue a su cara o manos. Mezclar con la cuchara de madera hasta que quede suave.
Paso 4
Deje reposar la mezcla durante la noche.
Paso 5
Colar la mezcla con un segundo tazón. Usa el embudo para verterlo en la botella de spray. Asegúrese de que no haya trozos de romero o limón en la mezcla, ya que esto eventualmente obstruirá la botella rociadora.