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Si se aplica correctamente, el barniz protege la superficie de una pintura e intensifica la saturación de color de la pintura debajo de ella, pero el barniz amarillento compromete el impacto visual de la pintura. Los barnices acrílicos son sintéticos y no se decoloran tanto como los barnices naturales, como los fabricados con resinas de árboles o excreciones de insectos; sin embargo, atraen más suciedad a la superficie. Tenga mucho cuidado al quitar un barniz amarillento natural de una pintura acrílica, ya que los disolventes que rompen las resinas también destruyen la pintura acrílica de debajo.
Paso 1
Construya una base de soporte debajo de la pantalla para evitar daños al quitar el barniz. Coloca la pintura acrílica amarillenta boca arriba sobre una mesa limpia. Coloque las tiras de madera debajo del interior de la parte posterior de la pintura para tocar, sin distorsionar, la superficie del lienzo. Levante con cuidado la pantalla. Cubra la madera apilada con una capa de película plástica, luego vuelva a colocar el lienzo en la parte superior.
Paso 2
Limpiar la superficie de la pintura barnizada con un desengrasante. Empape un paño de algodón limpio con el producto y dóblelo en un cuadrado. Luego frótelo suavemente sobre toda la pintura hasta que la parte inferior del paño esté sucia. Dobla el cuadrado nuevamente y usa el nuevo lado limpio para continuar limpiando. Repita hasta que desaparezca toda la suciedad de la superficie.
Paso 3
Pruebe el removedor de barniz en un área pequeña de la pantalla. Use guantes de goma. Empape un hisopo de algodón limpio con el solvente y enróllelo suavemente, sin presionar, sobre una esquina. Humedezca el otro lado del hisopo y páselo por la misma zona. Revisa la pintura para ver si el barniz salió sin dañar la pintura. Revise el hisopo para ver si tiene algún residuo. El removedor adecuado dejará solo residuos de barniz en el hisopo y lo eliminará de la pintura acrílica por completo. No utilice un removedor que haga que el barniz sea lechoso o elimine cualquier pintura.
Paso 4
Remoja un cuadrado de algodón o poliéster limpio con el quitaesmalte. Descanse el paño uniformemente a lo largo de una esquina de la pintura barnizada. Retírelo después de tres minutos y colóquelo en una bolsa de plástico. Humedece el segundo cuadrado con disolvente y aplícalo sobre la misma zona de la pintura para quitar el barniz amarillento. Repita usando dos nuevos trozos de tela empapada sobre cada área cubierta hasta que la pintura esté completamente limpia.
Paso 5
Compruebe si hay áreas pegajosas en la parte superior de la superficie acrílica. Si es así, es señal de que quedan restos de barniz. Repita el proceso descrito en el Paso 3 hasta que la pintura acrílica esté completamente libre de barniz y no esté pegajosa al tacto.