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Los estantes empotrados generalmente se conectan a las paredes cercanas y deben retirarse en el orden inverso al que se colocaron para facilitar el proceso. Además, seguir el orden inverso ayuda a salvar las piezas si los estantes se colocan posteriormente en otra zona. Por otro lado, si los estantes se desmontan con cuidado, se producirán menos daños en las paredes circundantes, lo que reducirá el tiempo y los materiales necesarios para eventuales retoques.
Paso 1
Retire los estantes de los soportes. Si se sostienen sobre rieles montados en las paredes laterales, retire los ganchos y guárdelos en una bolsa etiquetada para su uso posterior.
Paso 2
Inserte la espátula plana entre los paneles laterales y el acabado exterior; si este último no está presente, continúe con el siguiente paso. Tire suavemente de la espátula una distancia equivalente a cada pieza de acabado para aflojarla y permitir que la punta plana entre en el espacio entre ella y los paneles laterales. Coloque la púa en el espacio y separe ambas partes.
Paso 3
Localice los tornillos que sujetan los lados. Retire los tornillos que aseguran los estantes a la pared o al marco. Empieza por la parte inferior y ve hacia arriba para evitar que se caigan las piezas.
Paso 4
Quite el marco de las paredes y del piso usando la púa, si está asegurado con clavos, o con el taladro con un destornillador, si está asegurado con tornillos.