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Ya sea que haya comprado una bicicleta vieja que necesita ser reparada o simplemente quiera pintar su bicicleta para decorarla, primero tendrá que quitar la pintura vieja. Esto proporciona una superficie más limpia para que se adhiera la nueva pintura y también crea un acabado más suave y simplificado. Quitar la pintura de la superficie de aluminio con anticipación también puede ayudar a prevenir grietas o peladuras antiestéticas.
Paso 1
Cubre todas las áreas de tu bicicleta de las que no quieras quitar la pintura. Envuelva las ruedas, el asiento y el manillar con una envoltura de plástico, luego asegure el plástico con cinta de pintor. Use cinta adhesiva en áreas más pequeñas (como luces reflectoras) que sean difíciles de envolver con plástico.
Paso 2
Rocíe toda la superficie expuesta con un removedor de pintura a base de espuma. Cubre las áreas de las que quieras quitar la pintura. Normalmente, debe dejar el removedor durante 15 a 20 minutos, pero consulte las instrucciones en la botella.
Paso 3
Limpie todo el removedor de pintura con un paño limpio y seco una vez transcurrido el tiempo designado.
Paso 4
Frote el resto de la pintura dura con una lana de acero de grano fino. Continúe frotando hasta eliminar toda la pintura.
Paso 5
Llena un balde con agua fría. Enjuague la bicicleta con agua fría para eliminar los restos de removedor de pintura. También puede enjuagarlo con agua fría de una manguera de jardín.
Paso 6
Seque la bicicleta con un paño limpio y retire la envoltura de plástico y la cinta de pintor.