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Las manchas de óxido siempre son feas, independientemente de dónde aparezcan. El óxido es causado por el agua acumulada en el metal. El agua corroe el metal, formando óxido. Cuando los objetos metálicos, como las herramientas dejadas en una acera de concreto, se mojan, el óxido sale del concreto. El quitamanchas de ácido oxálico elimina el óxido sin dañar el hormigón, siendo así una herramienta eficaz en la erradicación de las manchas de óxido.
Paso 1
Coloque lonas o cubiertas de plástico en áreas cercanas a la acera para que el agua no se drene. El quitamanchas de ácido oxálico es perjudicial para la vegetación.
Paso 2
Mezcle 500 g de ácido oxálico con 500 g de agua en un balde. Sumerja un trapeador grande o una esponja en el balde y aplique la solución a las manchas de óxido en la acera de concreto. Deje que el ácido actúe sobre las manchas durante dos o tres horas o durante el tiempo que se describe en las instrucciones del empaque del ácido oxálico. Este es el tiempo necesario para que el ácido oxálico libere el óxido del hormigón.
Paso 3
Cepille las áreas oxidadas con un cepillo de cerdas duras o una escoba. Lave el óxido con ácido oxálico, protegiéndose de las salpicaduras, con una manguera de jardín. Si quedan manchas de óxido, aplique ácido oxálico por segunda vez.
Paso 4
Humedezca la acera de concreto con una manguera de jardín y vierta dos o tres gotas de detergente. Frote la acera con una escoba y luego lave el jabón restante con la manguera.