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Tratar de quitar un vendaje que está adherido a la herida es doloroso y perjudicial para el proceso de curación. A veces se usa gasa para cubrir una herida y otras veces para envolverla. El drenaje puede secar la gasa y hacer que el apósito se adhiera a la herida. Esta adherencia puede causar problemas, ya que mientras las heridas cicatrizan, se llenan de tejido nuevo, y la extracción incorrecta de un vendaje atascado puede arrancar parte de ese tejido sano. Saber cómo hacerlo correctamente será más cómodo para la persona lesionada y puede retrasar los tiempos de curación.
Paso 1
Lávese las manos con agua del grifo y jabón antes de intentar quitar el vendaje de la herida. Sécalos bien.
Paso 2
Tome el analgésico recetado antes de intentar quitar la gasa seca, en caso de que sienta algún dolor.
Paso 3
Aplique solución salina estéril o agua del grifo sobre la herida. Para una herida pequeña, humedezca un aplicador con punta de algodón o un hisopo de algodón con agua del grifo o solución salina estéril y frótelo sobre la parte adherida del apósito. Para una herida de tamaño mediano a grande, vierta solución salina estéril o agua del grifo directamente sobre el apósito.
Paso 4
Con cuidado y delicadeza, intenta levantar la gasa. Aplique más agua cuando sea necesario para suavizar el apósito adjunto.
Paso 5
Deseche el apósito usado. Lávese las manos con agua del grifo y jabón.
Paso 6
Limpie y vuelva a cubrir la herida según las recomendaciones del médico.