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Distinguido por su alta conductividad térmica y brillo, además de sus tonos rojo anaranjado, el cobre se utiliza en joyería, vasijas, artículos decorativos y muchas aplicaciones industriales. Los objetos fabricados con este material suelen tener una capa de barniz para protegerlos del aire, que contiene humedad y puede provocar manchas. Aunque esta capa protectora ayuda a preservar el acabado del metal, se puede rayar, permitiendo el desarrollo de manchas. Quita el barniz para tener acceso y quitar las manchas de la superficie de cobre. También es necesario quitar esta cubierta de los utensilios de cocina de cobre antes de usarlos para evitar que el calor dañe su acabado.
Paso 1
Llena una olla con ocho litros de agua. Agrega una taza de bicarbonato de sodio.
Paso 2
Hierva la solución en la estufa y mezcle hasta que se disuelvan los cristales de bicarbonato de sodio.
Paso 3
Sumerja el objeto de cobre completamente en la solución hirviendo. Déjelo en remojo durante 15 a 20 minutos.
Paso 4
Retire el objeto de cobre de la solución de bicarbonato de sodio con unas pinzas de goma. Limpiar la funda ablandada con algodón, quitando la mayor cantidad de barniz posible.
Paso 5
Compruebe que el objeto de cobre todavía tenga barniz.Frote el residuo con un algodón humedecido con acetona. Use guantes y cambie el algodón según sea necesario. Elimine todos los residuos de barniz del objeto de cobre.
Paso 6
Enjuague bien el objeto de cobre para eliminar toda la acetona. Sécalo con una toalla suave.