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La vaginitis canina es una afección compleja con dos distinciones principales: vaginitis juvenil y primaria en perros adultos. Comprender las diferencias entre ellos y trabajar junto con el veterinario es crucial para tratar eficazmente la afección y prevenir la recurrencia. La orientación veterinaria junto con los remedios caseros holísticos pueden ser una combinación exitosa.
Comprender la vaginitis canina
La vaginitis juvenil, o en cachorros, ocurre comúnmente en hembras entre las 6 semanas y los 8 meses de edad y a menudo se resuelve por sí sola con la madurez. Los síntomas incluyen un flujo vaginal opaco, pegajoso y blanco o amarillo. La afección puede curarse y regresar de forma intermitente hasta que el animal alcanza la pubertad, cuando generalmente desaparece. Es importante consultar a su veterinario para determinar la causa, específicamente para descartar cualquier condición más grave que pueda estar relacionada con su aparición.
Cuando se trata de vaginitis primaria en un perro adulto, es importante determinar las causas subyacentes, como incontinencia, anomalías en la anatomía, pliegues de grasa a lo largo de la vulva o el tracto urinario debido a la obesidad, infecciones, que generalmente están relacionadas con la afección. En casos de infecciones bacterianas y del tracto urinario, puede ser necesaria la terapia con antibióticos para tratar adecuadamente la enfermedad. Las anomalías anatómicas pueden provocar acumulaciones de orina que irritan la delicada mucosa de la vagina. Esto puede requerir una reparación quirúrgica según la gravedad del caso.
Remedios caseros preventivos
Los remedios caseros pueden ayudar a prevenir la recurrencia de síntomas en su perro. El tratamiento de la vaginitis en cachorros es simple y básicamente consiste en limpiar la zona afectada dos veces al día con una toallita tibia con champú para perros diluido - asegúrate de enjuagar bien o con toallitas húmedas. Minimice la exposición de su perro a toxinas, productos químicos y pesticidas, que pueden irritar los tejidos delicados, y mantenga la ropa de cama y los accesorios de su mascota muy limpios. Una nutrición de calidad también ayudará a fortalecer la función inmunológica del perro y su capacidad para combatir las infecciones. Para ayudar a prevenir la vaginitis primaria del perro adulto, es imperativo mantener una dieta saludable y un peso ideal; Los perros obesos pueden desarrollar pliegues sobre la vulva, lo que puede crear un caldo de cultivo para las bacterias. Mantener el vello recortado alrededor de los genitales también ayudará a prestar atención a los residuos de plantas que puedan ingresar a la vagina.
Remedios caseros para el tratamiento.
El autotratamiento de una infección activa puede ser efectivo, pero es importante tener en cuenta que si el perro muestra síntomas graves o no mejora con el tratamiento en el hogar, comuníquese con el veterinario para obtener orientación adicional y opciones de tratamiento. El objetivo es doble: matar las bacterias que causan la afección existente y reducir la inflamación. Existen soluciones homeopáticas para matar estos organismos, como el aceite esencial de árbol de té, que tiene propiedades antisépticas y antibacterianas.
Este aceite es de uso tópico y siempre se debe diluir para evitar irritar la piel, la proporción de dilución es de 1 cucharadita de aceite en 1 vaso de agua. Aplicar en el exterior de la zona afectada.
La equinácea se usa ampliamente como un suplemento seguro que estimula el sistema inmunológico y puede ser muy útil en el tratamiento de infecciones bacterianas. Los probióticos Lactobacilllus acidophilus son bacterias beneficiosas que pueden ayudar a prevenir el crecimiento excesivo de bacterias no deseadas. Otras hierbas como alteia, mirra, hidrasto, cohosh negro, copto, caléndula, algodón y consuelda también se recomiendan como parte de una ducha dos veces al día o un baño de asiento.