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Un portátil viene sellado de fábrica y tiene muy pocas partes móviles. Entonces, ¿qué razones hacen que el equipo fume repentinamente? Independientemente del motivo, no debe abrir la computadora ni intentar resolver el problema usted mismo. Los condensadores de una computadora portátil tienen fuertes cargas eléctricas que pueden causar lesiones al usuario. Tan pronto como note señales de humo, apague la computadora, desenchúfela y llévela a reparar en una tienda autorizada.
Para reducir el riesgo de que esto suceda, no deje polvo y otros desechos, como trozos de papel, restos de comida y humo de cigarrillo, cerca de la computadora portátil, tanto cuando se enciende como apaga.
Defecto más frío
Un portátil genera una gran cantidad de calor en un espacio reducido, que suele ser disipado por una pequeña nevera dentro del equipo. Sin embargo, los refrigeradores que se utilizan en las computadoras pueden fallar debido al exceso de polvo, humo de cigarrillos, defectos de fábrica o desgaste con el tiempo. Cualquiera de estos factores puede hacer que el motor del enfriador funcione mal y produzca humo.
Escombros inflamables
El polvo y otros desechos pueden ingresar al portátil. Se pueden acumular pequeños trozos de papel, bolitas de polvo o restos de comida en los componentes generadores de calor, como la tarjeta de video, la RAM o el procesador. Si estas sustancias inflamables se encienden, la computadora puede comenzar a fumar.
Defecto de hardware
En raras ocasiones, los problemas relacionados con el hardware interno pueden provocar un cortocircuito en el portátil, creando un fuego leve que puede desprender humo. Esta es una situación particularmente peligrosa y, por lo tanto, los usuarios no deben intentar resolver el problema por sí mismos. Nunca abra una computadora que esté humeando; deje la reparación a un profesional capacitado.