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El azúcar refinado ha sido muy criticado en las últimas décadas debido a los problemas de salud asociados a su uso. Esto ha provocado un resurgimiento del interés por los edulcorantes menos procesados. El azúcar moreno tradicional se ha vuelto más popular, al igual que el jugo de caña evaporado, un edulcorante menos procesado. Este caldo evaporado, que no es más que la conocida rapadura, se puede hacer en casa, con caña fresca y en un molino doméstico. Sin embargo, para quienes deseen experimentar sin necesidad de inversión, es más fácil comprar jugo de caña en botellas.
Paso 1
Vierta las botellas de jugo de caña en la sartén de fondo grueso. Calentar el contenido a fuego moderado hasta que hierva el caldo y luego reducir el fuego.
Paso 2
Hervir el caldo durante aproximadamente una hora, ajustando el calor a medida que se evapora, para mantenerlo siempre cerca del punto de ebullición. Revuelva periódicamente para evitar que se pegue al fondo de la sartén.
Paso 3
Remueve el caldo constantemente desde que adquiere la consistencia de un almíbar viscoso. El objetivo es lograr una mezcla pastosa, similar a un dulce de leche. Remueve con diligencia para evitar que se queme y reduce el fuego a la mínima potencia.
Paso 4
Vierta el caldo concentrado en una bandeja para hornear de silicona o moldes pequeños y deje que se endurezca.
Paso 5
Para usar, rompe o corta una porción del azúcar casera y disuélvela en tu bebida, o conviértela en polvo y úsala de la misma forma que cualquier otro azúcar. Los moldes pequeños se pueden usar enteros como dulces o simplemente como azúcar decorativa.