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La tasa de crecimiento de la población es la medida de su aumento o disminución a lo largo del tiempo. Una tasa de cero significa que el número de personas que entran o salen de una población es el mismo. Cuando se alcanza la capacidad de soporte, el medio ambiente ya no puede soportar un aumento en el número. Hay cuatro factores que contribuyen a la tasa de crecimiento natural de la población.
Nacimientos
Los nacimientos aumentan la tasa de crecimiento a través de la reproducción. Los factores que afectan positivamente la tasa de natalidad incluyen una abundancia de alimentos, un hábitat adecuado para criar a los jóvenes y la disponibilidad de parejas de apareamiento saludables. Algunos animales preñados, como los conejos, pueden tener un aborto espontáneo si el suministro de alimentos se vuelve escaso, ya que de esta manera, la hembra puede guardar su energía reproductiva para otra camada. En áreas de pérdida de hábitat, los compañeros de apareamiento pueden tener dificultades para encontrarse, como en el caso de los pandas.
Fallecidos
La tasa de mortalidad define cuántas muertes contribuyen a una disminución en el tamaño de la población. La muerte es causada por factores como enfermedades, edad, depredación y hambre. La peste negra en la Europa medieval, por ejemplo, fue una enfermedad que acabó con casi dos tercios de la población humana de Europa.
Inmigración
Las poblaciones pueden aumentar con la llegada de miembros de otro grupo. Esto se puede ver en algunos animales en pastoreo, donde los grupos se fusionan. Los lobos que dejan su propia manada y se unen a otra son ejemplos de inmigración. Los seres humanos a menudo emigran a otra población en busca de una vida mejor.
Emigración
La emigración ocurre cuando los individuos abandonan la población por motivos distintos a la muerte. Puede ocurrir cuando la población es muy grande y necesita extenderse para tener recursos suficientes. Durante la Gran Hambruna, un gran grupo de irlandeses emigró de Irlanda para evitar la hambruna. Este proceso también puede ocurrir cuando se expulsa a individuos de la población. Las manadas pueden ahuyentar a un lobo que no se comporta, y este lobo prohibido puede unirse o no a otra manada.