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El amarillo dorado es un tono cálido y fuerte de amarillo que fue muy popular para los esquemas de decoración durante los años 60 y 70. A pesar de no ser tan vívido como otros tonos o tan calmos como las tonalidades pastel, el color todavía expresa un sentimiento de color abundancia, comodidad, sencillez y comodidad. Como es una variante de uno de los colores primarios, el amarillo dorado se puede combinar fácilmente con una variedad de otros colores para crear una paleta armoniosa y llamativa.
En la naturaleza, el amarillo dorado se encuentra cerca de follaje y flores de color verde oscuro y beige (Jupiterimages / Photos.com / Getty Images)
Esquemas monocromáticos
El esquema monocromático utiliza varios tonos del mismo color básico. Por ejemplo, el tono general del amarillo dorado se puede iluminar rodeándolo con tonos pastel de amarillo o tonos cálidos y terrosos de beige y marfil. Mezclar blanco en cualquier color da al tono final una sensación menos dominante que el color puro. Como alternativa, puede intensificar la sensación añadiendo tonos oscuros de oro o tonos más fuertes de marrón.
Esquemas análogos
Los colores análogos son los que quedan adyacentes en el círculo de colores. Por ejemplo, una paleta análoga basada en amarillo dorado puede incluir tonos de naranja o verde. Los colores análogas funcionan mejor cuando tienen el mismo tono básico. El amarillo dorado tiene una base media amarronada; por lo tanto, los mejores colores análogos serían las creadas mezclando el color base con un tono chocolate o bronce. Usar el marrón en vez del negro o blanco resultará en tonos tenues, calientes, como el verde aguacate o la naranja quemada.
Esquemas complementarios
Los colores complementarios quedan directamente opuestos en el círculo cromático. Combinar el amarillo de oro con tonos complementarios de púrpura forma una base fuerte y rica; pero, en general, los colores complementarios funcionan mejor si una de ellas es más oscura o más clara. Para un impacto visual mayor, utilice una gran cantidad de un color más tenue y oscuro y menos del color claro. Por ejemplo, puedes combinar el amarillo dorado con lavanda, usando el tono de violeta para acentuar algunas características o destacar bordes y adornos.
Esquemas primarios
Al ser mezclados en varias cantidades o con blanco y negro, los tonos puros y vibrantes de amarillo, azul y rojo forman todos los demás colores. A pesar de no utilizar los tres colores primarios en el mismo esquema, colocar dos de las tres puede formar una paleta agradable. Por ejemplo, el amarillo dorado queda muy bien al ser destacado con azul petróleo o rojo, pero no con ambos. Cualquiera de las combinaciones de dos colores puede ser aún más destacada con toques de blanco, negro o gris.