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Hay muchas fuentes de chatarra de oro por descubrir en casa. Joyas no deseadas, tratamientos dentales, oro recuperado de dispositivos electrónicos, todas son posibles fuentes caseras de este metal precioso. Es posible fundir ese oro y reformarlo para diferentes usos. Como solo se puede derretir a temperaturas muy altas, es importante tener un espacio de trabajo seguro dedicado a esta actividad.
Paso 1
Coloca el oro en el crisol. Es importante que esté en un lugar seguro y protegido, ya que hará mucho calor.
Paso 2
Agrega unas pizcas de fondant sobre el oro. Ayuda a separar las impurezas del metal y asiste en el proceso de fusión. En ese caso, el bórax y el carbonato de sodio funcionan bien como fundentes. Si se esperan impurezas importantes, también se puede agregar un poco de sílice (arena limpia).
Paso 3
Derretir el oro en el crisol con el soplete de acetileno. Si el oro tiene partículas finas, tenga cuidado, ya que la fuerza de la llama podría expulsarlas del crisol. El oro se funde a unos 1060 ° C, aunque las aleaciones de oro requieren temperaturas más bajas.
Paso 4
Usa pinzas para verter el oro fundido del crisol en un molde de enfriamiento.
