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Rara vez las recetas requieren el uso de una cabeza de ajo entera. Aprender la forma correcta de almacenar y conservar este alimento, te ayudará a no desperdiciar y te permitirá mantenerlo fresco durante varios meses. Congelar los dientes de ajo enteros y pelados es uno de los mejores y más convenientes métodos de conservación sin cambiar el sabor.
Paso 1
Cortar la parte superior de una cabeza de ajo y quitar todos los dientes. Presione suavemente cada diente con el lado de un cuchillo para que sea más fácil de pelar. Pelarlos todos. No los corte, manténgalos enteros.
Paso 2
Coloque un diente en cada cubito de hielo. Llena cada espacio con aceite de oliva.
Paso 3
Coloque la bandeja de hielo en el congelador. Siempre que necesite usar ajo, retire uno de los cubos de aceite congelado y descongele. El diente de ajo estará entero, pelado y aún fresco.