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La camelia es una de las plantas más populares en los jardines y requiere pocos cuidados especiales. Las hojas brillantes hacen más atractivos los paisajes, con o sin flores. El florecimiento de estas flores a principios de primavera es uno de los primeros signos de vida después de un duro invierno. Las camelias crecen en arbustos grandes o pueden crecer como enredaderas en árboles pequeños. Necesitan poca poda, pero se pueden cortar para reducir su tamaño, estimular el crecimiento y prevenir insectos y enfermedades. Las camelias deben podarse poco después de la floración para evitar la eliminación de los brotes que se abrirán el año siguiente.
Paso 1
Afile las hojas de su equipo de poda antes de comenzar. Sostenga la herramienta de afilado sobre la punta de la hoja en un ángulo de 45 grados y afile hasta diez veces, hasta que esté muy afilada.
Paso 2
Recorta el interior de la planta. Retire las ramas pequeñas, descoloridas, enfermas o rotas. Retirar solo lo suficiente para mejorar la circulación del aire y aumentar la luz solar que recibe el centro de la planta. Mire la camelia desde lejos para ver si puede ver un poco a través del arbusto, lo que indica que ha recortado lo suficiente.
Paso 3
Use tijeras de podar de mango largo para quitar algunas de las ramas más viejas en el centro de la planta. Córtelos muy cortos para que no queden trozos. Para cortar una rama hasta el tronco, córtela a una pulgada para proteger la unión entre el tallo y la rama.
Paso 4
Quite las ramas que crecen demasiado cerca unas de otras o que se cruzan con otras ramas. Retirar todos los que crecen en su interior. Deje al menos tres brotes sanos en cada rama restante.
Paso 5
Restaura una camelia vieja y descuidada, cortando cada rama hasta que deje cogollos sanos. Los nuevos brotes deben tener tres o más ramas. Use una sierra de mano para quitar las ramas que no puedan volver a crecer. En su lugar, córtelos hasta el tronco.