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Cuando tiene un fuerte resfriado o gripe, además de una congestión nasal severa, también puede experimentar "vibración en sus oídos", una sensación de palpitaciones, golpes o martilleos en uno o ambos tímpanos. También puede sentir presión en los oídos y todo lo que le rodea puede parecer que está bajo el agua.
Identificación
Cuando tiene un fuerte resfriado o alergias, los conductos de las cavidades nasales se llenan, lo que provoca una congestión nasal que también puede afectar sus oídos, en particular sus tubos auditivos, según el artículo de Hearing Loss News & Reviews sobre infecciones auditivas.
Trompas de Eustaquio
Los tubos auditivos son pequeños conductos tubulares que conectan la parte media del oído con la nasofaringe. Ayudan a igualar la presión del aire en los oídos cuando tragamos, bostezamos y masticamos, permitiendo también que cualquier líquido acumulado detrás del tímpano sea drenado hacia los senos nasales.
Efectos
Uno de los efectos de la congestión nasal es el aumento de la presión del aire, que evita que se drenen los líquidos, lo que provoca una disfunción del tubo auditivo, una afección en la que los canales auditivos no funcionan correctamente. Según el sitio web Sinus Infection Help, la congestión nasal y la infección contribuyen a la disfunción del tubo auditivo.
Síntomas
Los síntomas de la disfunción de la trompa de Eustaquio, de acuerdo con Sinus Infection Help, incluyen un oído vibrante (golpeteo o golpeteo), presión, dolor, "oído lleno", tinnitus y mareos. Los síntomas y la presión no se alivian al tragar, bostezar o masticar.
Diagnóstico
Si experimenta vibración auditiva con congestión nasal, consulte a un otorrinolaringólogo (o un especialista en oído, nariz y garganta) de inmediato. No intente tratar estos problemas usted mismo, ya que corre el riesgo de infectar o dañar su oído y audición.