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Los medicamentos vasodilatadores actúan para relajar y dilatar los vasos sanguíneos. Esto permite que la sangre fluya más fácilmente, lo que reduce la presión arterial. Debido a que pueden causar una caída considerable de la presión arterial, se usan junto con otros medicamentos. Cuando el cuerpo experimenta una caída repentina de la presión arterial, retiene líquidos y aumenta la frecuencia cardíaca. Los vasodilatadores funcionan mejor en combinación con betabloqueantes, diuréticos e inhibidores de la ECA, ya que estos medicamentos ayudan a neutralizar las palpitaciones y los aumentos rápidos de la frecuencia cardíaca.
Cómo actúan los vasodilatadores
Ejemplos de vasodilatadores
Las personas con presión arterial extremadamente alta pueden tomar hidralazina o guanadrel. Estos son algunos de los medicamentos más antiguos que funcionan bien si la presión no responde a otros medicamentos. La clonidina es un fármaco nuevo que puede ayudar a reducir la presión arterial cuando otros tratamientos no funcionan. Las personas que tienen hipertensión y enfermedad renal deben tomar metildopa y minoxidil. Además, los médicos también los recetan a mujeres embarazadas. La terazosina y la doxazosina se pueden usar cuando un paciente tiene síntomas de agrandamiento de la próstata.
Efectos colaterales
Debido a que los vasodilatadores causan una caída significativa de la presión arterial, pueden ocurrir muchos efectos secundarios, como: desmayos, dolores de cabeza, palpitaciones, fatiga, agotamiento, impotencia y sequedad de boca.
Consideraciones
Los vasodilatadores más nuevos tienden a tener menos efectos secundarios que los más antiguos. Esa lista incluye metildopa, clonidina y minoxidil. A menos que la presión arterial del individuo sea extremadamente alta o difícil de controlar, son las mejores opciones. Es importante saber que la hipertensión a menudo no presenta síntomas, por lo que se debe tomar la dosis exacta recomendada por el médico en todo momento.
