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Las dos formas más comunes de cocinar en una estufa de mesa son utilizando una estufa eléctrica o una estufa de gas. Según el sitio web del Consumer Energy Center, el 58% de los estadounidenses tienen estufas eléctricas, aunque el gas también es muy popular. Hay varias razones por las que tanta gente elige cocinar en una estufa eléctrica.
Calor constante
La estufa eléctrica proporciona un calor más constante y es más fácil de controlar con precisión que su equivalente de gas. Las bobinas de los modelos eléctricos, con el salvamanteles de cerámica o vidrio, calientan uniformemente la superficie de cocción de ollas y sartenes. Esto evita que la comida de las ollas se queme por un lado. Los alimentos delicados, como los huevos, se ven fuertemente afectados por el calor inconsistente. Además, la perilla de una estufa eléctrica generalmente permite al usuario ajustarse a una temperatura diferente de manera rápida y precisa. Las estufas de gas requieren un ajuste de la llama, que puede variar según varios factores. Utilice sartenes de fondo plano en la estufa eléctrica para lograr los mejores resultados y el calor más constante. Los fondos redondeados permiten que el calor escape y desperdicie energía.
Economía de energía
Si sigue un libro de cocina, puede saber cuándo la comida que está cocinando en la estufa está cerca de estar lista. La estufa eléctrica tiene la ventaja de ahorrar energía, ya que puede apagarla antes de terminar de cocinar. Sus bobinas o las de las estufas eléctricas de superficie plana retienen una gran cantidad de calor durante varios minutos después de que se apaga la energía. El flujo de electricidad se detiene inmediatamente, lo que significa que no está gastando más dinero. Sin embargo, el calor residual continúa por un tiempo. Los elementos calefactores estarán lo suficientemente calientes como para terminar el trabajo, según el sitio web del Consumer Energy Center. Este mismo método funciona cuando se cocina en un horno eléctrico. La energía se puede apagar unos minutos antes de que se detenga el temporizador de cocción y el calor permanecerá en el compartimiento del horno durante varios minutos antes de disminuir significativamente.
Fácil limpieza
Las estufas limpias son más eficientes y usan menos energía para preparar una comida. En este sentido, la estufa eléctrica tiene una gran ventaja sobre la cocina de gas. La facilidad de limpieza es una de sus mejores ventajas, según ServiceMagic.com. Generalmente, las estufas de gas deben limpiarse después de cada uso, pero en general, una limpieza rápida con un paño sobre la superficie de una estufa eléctrica es todo lo que se necesita. Las estufas eléctricas con superficies lisas, como las versiones con chapas de cerámica, no tienen espacios que atrapen los alimentos derramados. Un producto de limpieza elaborado especialmente para estas estufas facilitará mucho la limpieza. Los modelos con bobinas y reflectores también son fáciles de limpiar, ya que las piezas salen y se pueden lavar a mano en pocos minutos.