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Una vaca puede sufrir varios tipos de prolapsos, incluidos los vaginales, uterinos y rectales. Un prolapso ocurre cuando el tejido interno se da vuelta y sale del cuerpo. Mientras que los prolapsos vaginales y uterinos generalmente ocurren en vacas preñadas, el prolapso rectal también puede ocurrir en terneros y toros.
Problemas
Un prolapso se reconoce por la aparición de tejido rosado que sobresale del trasero de la vaca, debajo de la cola. Como esta masa de tejido uterino, vaginal o rectal está fuera del cuerpo cuando debería estar en el interior, pueden surgir algunos problemas. Incluyen hinchazón, sequedad y daño tisular, lo que puede provocar problemas de salud, como infecciones y daños permanentes en el área.
Recuperación
El ganado tratado por prolapso lo antes posible por un veterinario puede tener una recuperación completa de la enfermedad. La mayoría de las veces, el tejido del prolapso se reemplaza y se usan suturas para mantenerlo en el área requerida hasta que tenga la oportunidad de recuperarse. Dependiendo de la condición del animal y el tejido, también puede ser necesario un régimen de antibióticos. Si bien los prolapsos rectales y uterinos pueden ocurrir una sola vez, una vaca que experimente un prolapso vaginal relacionado con el embarazo o el parto puede sufrir un nuevo prolapso la próxima vez que quede embarazada.
reproducción
Una vaca prolapsada no debe volver a reproducirse, ya que esto puede ocurrir más de una vez. El ganado solo puede tener prolapso rectal una vez en la vida, pero el problema puede ser un rasgo heredado que puede transmitirse a su descendencia. Es posible que los propietarios no quieran criarlos, ya que pueden terminar con varias vacas que sufren prolapsos.
Uterino
Las vacas que sufren de prolapso uterino deben recibir atención veterinaria inmediata o pueden desangrarse internamente hasta la muerte por la rotura de arterias con solo caminar. Este tipo de prolapso se produce unos días antes del parto, cuando la pantorrilla expulsa el útero del cuerpo. Sin embargo, aunque se trata de una forma grave, si se cura adecuadamente, es posible que la vaca quede preñada nuevamente y no necesariamente vuelva a sufrir la afección.