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Ya sea plateado brillante o negro, las formas de pizza son notoriamente causantes de masas que se pegan mientras se hornean. Las formas sin tratar tienen orificios microscópicos que hacen que la masa se pegue y se queme. Trate sus formas con un proceso llamado "temperamento" antes de usarlas para hornear pizzas. El proceso de "temperamento" crea una capa delgada que lubrica y evita que los alimentos se peguen. Evitará el proceso de engrasar los moldes antes de hornear y nunca más se pegarán las costras.
Paso 1
Lave los moldes de pizza para eliminar el polvo o las fibras de los materiales de embalaje. Usa jabón común para platos y una esponja para evitar rayar la superficie de los moldes.
Paso 2
Cubre toda la superficie interior de la sartén con una fina capa de aceite de canola o de maní. Estos aceites tienen un mayor punto de generación de humo, por lo que no tendrá una cocina llena de humo durante este proceso.
Paso 3
Limpia el interior de los moldes con una toalla de papel para eliminar el exceso de aceite. Deja una capa muy fina de aceite por todo el interior de la sartén.
Paso 4
Coloca los moldes en la parrilla del medio del horno, a 180º C. Déjalos en el horno una hora.
Paso 5
Retirar los moldes del horno después de una hora y dejar enfriar. Limpiar el interior para eliminar el exceso de aceite tostado.
Paso 6
Repita el proceso de aceite y horneado dos veces para crear un proceso completo de "temperamento" para cada forma. Deje que cada uno se enfríe completamente en los intervalos de horneado.