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Los remedios caseros se encuentran entre las mejores formas de tratar el acné, especialmente porque prácticamente no hay efectos secundarios desagradables. Beber agua no solo es saludable para tu cuerpo; también es bueno para la piel cuando se aplica en el exterior. El agua es probablemente el tratamiento natural más práctico para eliminar el acné, ya que limpia y nutre la piel.
El agua mejora el tono de la piel, lo que le da una apariencia más juvenil. Los dermatólogos recomiendan beber mucha agua, al menos de seis a ocho vasos al día. Tenga en cuenta que beber otras bebidas líquidas no lo sustituye.
Mucha gente a la que no le gusta su sabor, guarda una jarra grande de agua helada en la nevera. Piensan que cuando está fría el agua sabe mejor, por eso la consumen en mayor cantidad. El agua helada también tiene un sabor más fresco.
Las personas que tienen acné deben beberlo mucho todos los días para mantener su piel bien hidratada. La piel húmeda es menos propensa a la irritación, lo que puede provocar la aparición de acné. El cuerpo también necesita agua para producir nuevas células cutáneas.
Remedio natural
Limpieza
Mientras que el agua hidrata el interior del cuerpo al beberla, lavarse la cara con agua mantiene húmeda la superficie exterior de la piel. Enjuague su cara con agua fría todas las mañanas y noches para cerrar los poros y estimular el crecimiento de nuevas células de la piel. Actúa para encoger los poros dilatados, un caldo de cultivo potencial para las bacterias que pueden causar el acné. Alternar entre lavarse la piel con agua caliente y luego enjuagarla con agua fría también aumenta la circulación, lo que puede acelerar la curación de las imperfecciones.
Tratamiento de hielo
El hielo es otro remedio casero popular, que a menudo se usa para tratar el acné. La aplicación de hielo sobre un grano ayuda a que la piel se cure más rápido. Parece ser particularmente beneficioso en el tratamiento del acné inflamatorio. La aplicación de un bloque o cubito de hielo envuelto en plástico o una toalla sobre el área irritada de la piel reduce la hinchazón y la inflamación, además de aliviar la picazón.
Para obtener el máximo beneficio, el momento ideal para aplicar hielo en la piel es antes de que la columna sea visible en la superficie. Comience el tratamiento tan pronto como sienta la formación de un grano. Para reducir la inflamación, trate la zona afectada con hielo durante unos minutos, tres veces al día, incluso antes de acostarse.
Nunca coloques el hielo directamente sobre la piel y espera unas horas entre cada tratamiento. Su frío hace que los pequeños vasos sanguíneos se contraigan, reduciendo el flujo sanguíneo, disminuyendo la hinchazón de los granos.
Al tratar el acné en las primeras etapas y usar hielo para reducir la inflamación, es posible reducir el tamaño de las imperfecciones y, a menudo, la duración de las lesiones del acné. No aplique hielo en el área durante más de diez minutos a la vez.