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Los marcadores son piezas vitales de la caja de herramientas de un artista y se han utilizado para todo, desde dibujos simples hasta piezas premiadas de galerías. Son caras, pero algunas marcas, como Pilot, son recargables, por lo que no es necesario comprar un bolígrafo nuevo cada vez que se agota la tinta. Además, ni siquiera tiene que usar la pintura hecha por el fabricante. Usted mismo puede hacer su propia tinta a un precio relativamente bajo.
Paso 1
Póngase todo el equipo de protección antes de comenzar. Elija el color de pintura que desea utilizar y llene el recipiente con no más de 20 mililitros (ml). No agregue más de 10 ml de diluyente. Mezcle los dos a fondo, probando el espesor de la mezcla. Agregue otros 5 ml y mezcle bien hasta que haya alcanzado el espesor de pintura deseado. Está buscando una mezcla muy aguada que pueda empapar la recarga del marcador.
Paso 2
Sumerge el pincel en tu nueva tinta y pruébalo en el papel. Observe el espesor, consistencia, color y facilidad de aplicación. Para cambiar el color, simplemente agregue otro tipo de pintura, revuelva y agregue el diluyente para mantener la consistencia. Tenga en cuenta la consistencia: una pintura muy fina producirá una pintura escurrida y descuidada, mientras que una pintura espesa hará que la pintura sea difícil de usar e incluso puede dañar su marcador.
Paso 3
Abra el depósito de su marcador y limpie toda la tinta y el pigmento restantes con el diluyente. Usando el embudo, coloque con cuidado la pintura en el marcador. Recuerde que el depósito solo puede contener 30 ml de tinta. Una vez que el depósito esté lleno, cubra el marcador y agítelo vigorosamente para permitir que la tinta penetre en la punta. Pruebe el marcador en una hoja de papel para asegurarse de que la tinta esté completamente en la punta.