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La tinta que cambia de color según la temperatura se conoce como termocrómica. El cambio de color ocurre cuando la estructura del compuesto de moléculas de pigmento en la pintura reacciona a una temperatura elevada, lo que significa que la pintura absorbe o refleja la luz de manera diferente. Como la mayoría de los pigmentos, este cambio de color se produce a temperaturas superiores a 27 ºC y vuelve a la normalidad cuando se enfría. Hay dos métodos para crear pintura termocromática: utilizando cristales líquidos o tintes leuco combinados con compuestos químicos. Dado que la tinta termocrómica es una invención relativamente nueva que requiere un conocimiento científico profundo, la mejor manera de hacerlo es comprando compuestos prefabricados y combinándolos con tinta.
Paso 1
Mezcle la cantidad deseada de pintura acrílica con medio acrílico en el balde; aproximadamente una parte del medio por 10 partes de acrílico debería ser suficiente. Agite hasta que quede suave.
Paso 2
Agregue polvo o pasta termocrómica y revuelva; inicialmente, agregue solo una pequeña cantidad (5 ml de pasta / 1 cucharadita de polvo).
Paso 3
Pinte una muestra de prueba en un trozo de material de desecho y déjela secar.
Paso 4
Calentar una muestra de ensayo a 27 ºC utilizando un secador de pelo; verifique la temperatura con un termómetro.
Paso 5
Si no se logra el cambio de color deseado, agregue más pasta o polvo a la mezcla, revuelva y repita el proceso.
Paso 6
Cuando su muestra de prueba muestre el cambio de color correcto, pinte el objeto designado. Pinte una capa, sin dejar secar las áreas pintadas antes de que se complete el resto, de lo contrario el cambio de color será desigual.