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La textura de piel de naranja no solo es agradable a la vista, también esconde imperfecciones en las paredes que necesitan pintura. Rociar mortero diluido con la ayuda de un rociador de pintura sin aire es el método normal para crear este tipo de textura, pero los rociadores no son fáciles de usar y pueden ensuciar. Una técnica alternativa consiste en utilizar un rodillo para aplicar el acabado. Por lo tanto, esta técnica no requiere la habilidad y el equipo necesarios para la pulverización.
Paso 1
Llene un balde de 20 litros hasta la mitad con mortero y agregue suficiente agua para crear una solución de textura fina y fluida.
Paso 2
Mezcle bien la solución, con la ayuda de una varilla de mezcla de pintura unida a un taladro eléctrico, hasta obtener la consistencia de yogur o crema. Si la mezcla es demasiado fina, agregue más mortero. Si está demasiado espeso, agregue agua. Intente aplicar un poco de mortero en un pedazo de la pared para probar la consistencia y hacer ajustes, si es necesario. Si el acabado corre por la pared, agregue más mortero.
Paso 3
Utilice un rodillo de 1,3 cm de grosor para aplicar la mezcla a la pared. Hacer esta aplicación es como pintar. Cree la textura también en las esquinas y bordes, si es posible, utilizando un rodillo más grueso. Deje secar la mezcla hasta que desaparezca el brillo, durante unos 10 minutos. Aplicar una segunda capa.
Paso 4
Pasar un cuchillo de acabado de 45 cm, mientras la mezcla está ligeramente húmeda, para quitar los bordes afilados y ajustar la textura. Mantenga la misma presión sobre el cuchillo todo el tiempo, para que la masa se vea uniforme.
Paso 5
Lave todo el equipo a fondo y use un rodillo para pintar la pared con el color deseado, después de que el acabado se haya secado por completo.