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Los problemas con el guardarropa pueden ocurrir en cualquier momento cuando la ropa se rompe, se mancha o simplemente no está en su lugar. Si una camiseta en particular le está causando problemas, evite una posible vergüenza o molestia de tener que retirarse al baño para arreglarla cada cinco minutos, simplemente haciendo algunos ajustes en casa.
Paso 1
Mide las dimensiones de tu cuerpo y luego compáralas con las dimensiones dadas por tu fabricante de ropa. Use la cinta métrica (una hecha de tela, no una de metal) para medir su cuello, pecho y cintura. Obtén una tabla de tallas en el sitio web de la empresa de ropa donde compraste la tuya. Elige una talla de camiseta con un rango de dimensiones que incluya la tuya, para que tu atuendo sea más cómodo.
Paso 2
Fije la parte del hombro que cae de la camiseta con la cinta adhesiva para la ropa. Esta cinta adhesiva de doble cara está diseñada para sujetar la ropa en su lugar. Asegúrese de quitar la cinta adhesiva de su ropa antes de llevarla a lavar.
Paso 3
Apriete un pequeño trozo de tela de la parte de atrás de su camisa, detrás de su cuello, y fíjelo para que su ropa quede más firme en su hombro. Las niñas también pueden sujetar con alfileres un lado de la camiseta que cae sobre la tira del sujetador de hombro correspondiente.
Paso 4
Apriete los tirantes de la camisa si tiene tirantes finos. La mayoría de ellos vienen con ajustadores de plástico en la parte posterior, pero otros deben quitarse de sus costuras. Si este es el caso, quite una o dos costuras de la camisa que sujeta la correa. Corta un tamaño igual para ambos tirantes y cóselos de nuevo a la camisa.